En uno de mis paseos matutinos del pasado mes de julio, de pronto me sorprendió la belleza de unas pequeñas flores; al acercarme para fotografiarlas, me di cuenta de que no las había visto nunca, y me sorprendió ese detalle: unas flores desconocidas y cerca de casa..Pronto vi que era una trepadora, y, las pequeñas vainas que asomaban. Repetí el paseo unas semanas después, esperando que las vainas hubiesen crecido, para conseguir alguna semilla.
En cuanto las vio mi madre, me dijo que eran algarrobas. Una legumbre que no se cultivaba aquí desde hacía más de 50 años. A pesar de ello, las semillas siguieron germinando en la tierra de forma silvestre.
Las consumían al igual que los guisantes, lentejas, garbanzos, fabas o pericuelos. Era una legumbre más.
Toca recuperar un nuevo cultivo.
Y como siempre, donde hay legumbres, hay gorgojos.
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